Desde antes de que existieran las monedas y billetes, desde antes incluso de que el intercambio de este tipo de objetos por servicios y bienes estuviera tan normalizado, ya había culturas que intentaban crear su propia manera de entender lo que hoy llamamos dinero. El intercambio de bienes a través del trueque era lo más habitual en la época, antes de que surgiera esa otra forma de canjear esos bienes por un vale al que la propia sociedad le había dado valor. Las monedas son solo trozos de metal. Los billetes son solo papel pintado. Pero es la sociedad, la que nos dice que eso tiene un valor específico, el que lleva incrustado, y que con ese objeto podemos comprar cosas, pagar por servicios. Es una decisión consciente que se toma en un momento dado, y que va fluctuando, por la propia evolución de la economía. Hoy nuestro dinero vale X, y mañana puede valer la mitad, sin que nosotros podamos hacer nada por evitarlo.
Esa fórmula se ha convertido, desde hace siglos, en la manera que tienen muchos de controlar el flujo del dinero. Sin embargo, Internet ha llegado para cambiarlo todo, y es que la informática ya ofrece opciones mucho más interesantes que ir cargado de monedas o billetes. Llevando simplemente nuestra tarjeta de crédito en la cartera tendremos acceso a todo el dinero de nuestra cuenta, que en realidad son solo números en un ordenador. Así, el dinero físico ya ha pasado a un segundo plano, y hemos abrazado sin dudarlo al dinero digital. En esta vorágine tan compleja y cada vez más enrevesada surgen las llamadas criptomonedas, protocolos al margen del sistema pero que pueden llegar a ser válidos en algunas páginas online, y que poseen un valor determinado en el mercado, normalmente por encima de cualquier otra moneda. El Bitcoin es el mejor ejemplo, el más popular, y aqiuí vamos a contarte mucho más sobre su historia.
El contexto del bitcoin
Pocas veces tenemos el privilegio de ver nacer una nueva moneda, aunque en este caso no sea física, pero nuestra generación ya vivió el nacimiento del Euro, y una década más tarde, el del Bitcoin. Se conoce así a esta criptomoneda, que es realidad un sistema de pagos p2p, es decir, de usuario a usuario. Así fue concebida, como un pago especial electrónico en la red, con terceros de confianza. No fue la primera criptomoneda en nacer, y de hecho se aprovechó ya del trabajo que habían logrado otras monedas electrónicas anteriores. Seguramente solo estuvo en el momento perfecto, en el lugar adecuado. La crisis económica mundial de 2008 supuso un punto de inflexión para muchos, que buscaron refugio en valores seguros. Así es como muchos entraron en contacto con esta moneda y vieron aquí una forma alternativa de conseguir dinero para pagar online.
Así se originó esta moneda digital
En noviembre de 2008, el usuario Satoshi Nakamoto, seudónimo de la empresa o del creador específico de este protocolo, envió un mensaje a una lista de correo especializada en criptolenguaje, donde anunciaba que había nacido un nuevo protocolo de pago online, el Bitcoin. Se trataba de un sistema de intercambio de monedas a través de bloques, conformados cada uno por 100 satothis, la unidad básica de valor de este sistema. Poco a poco la popularidad fue llegando y en apenas un par de meses se abría el primer cliente p2p para intercambiar bitcoins, comprar y vender con ella. Poco a poco, la moneda fue haciéndose cada vez más grande, sirviendo también como novedad para muchos en un momento en el que la economía parecía estar a punto de colapsar en medio mundo.
Características del bitcoin
Se trata de una criptomoneda, es decir, que una moneda digital protegida ante posibles ataques y hackeos, de una manera muy segura. Fue creada precisamente cómo medio de intercambio en la red, aunque pronto demostró ser muy útil en aquellos casos donde no se quería dejar rastro, como el mercado negro de drogas o armas de la deep web. Los pagos de Bitcoin son instantáneos y no dejan huella, como si ocurre con las tarjetas de crédito y otros métodos online. Esto ha generado mucha controversia. Actualmente son muchos los servicios a través de Internet que se pueden pagar con bitcoin de forma oficial, incluyendo algunas organizaciones tan grandes como Wikileaks. También hay cajeros especializados que permiten intercambiar bitcoins de una cuenta por dinero en efectivo.
Pros y contras
La controversia siempre ha acompañado a esta moneda, porque en cuanto se convirtió en una especie de boom, muchos miraron con preocupación las consecuencias para la economía mundial que podría traer algo así. Era como meter un nuevo valor en el mercado, fuera del alcance de las élites. Entre las ventajas tenemos la seguridad que ofrece esta moneda, la capacidad de pagar sin dejar rastro, algo muy útil para resguardar nuestra privacidad y por supuesto, el increíble valor que está consiguiendo, habiendo estado por encima de los 10.000 dólares el bitcoin en los primeros meses de 2020. Claro que no todos son pros. Entre las desventajas tenemos la increíble volatilidad de ese valor, tanto para bien como para mal, su alegalidad en muchos lugares del mundo, lo que las dejaría sin valor en cierto tipo de transacciones, y lo complejo que es llegar a conseguir algo de dinero en bitcoins de manera segura.
El bitcoin en la actualidad
La criptomoneda ha sufrido algunos reveses destacados en los últimos años, como una caída de más del 25% de su valor en 2017, tras el cierre del mercado ilegal Silk Road por parte del FBI, dejando claro que el bitcoin estaba siendo utilizado para cosas no precisamente legales, o también las decisiones de muchos países de ilegalizar sus transacciones, por miedo a un desequilibro en la economía. El bitcoin, sin embargo, se mantiene bastante fuerte en estos meses, y sigue pagándose por encima de los 9.000 dólares por moneda, algo que va variando cada poco tiempo, dado el propio sistema tan volátil que tiene este método.